Dios tiene muchas
promesas para sus hijos, y Abraham hombre temeroso confió en cada una de las
promesas dadas por Dios. Génesis 16 y 21.
En el corazón
de Abraham había un deseo muy especial y era de tener un hijo para que heredara
todo lo que el poseía, sus bienes, ganados, tierras. Un día Dios le prometió
que le daría un hijo y que su descendencia seria como las estrellas o el polvo
de la tierra.
Dios les cambió
el nombre de Abram a Abraham y de Sarai a Sara, Sara era una mujer bella pero
no podía tener hijos, y pesar de la promesa que les había dado de regalarle un hijo Sara no esperó, y le dio a
su esposo a su sierva Agar, para que esta le pudiera dar un hijo el cual se
llamó Ismael, pero este no era el hijo de la promesa, y Agar se burlaba de Sara
porque Sara no podía tener hijos.
Dios cumple lo
que promete y cuando Abraham tenía 100 años, Sara dio a luz a Isaac y su
descendencia hiba a empezar a multiplicarse como Dios lo había prometido.
Esta historia
nos muestra que si somos hijos de Dios el promete darnos grandes cosas que
talvez para muchos es imposible, pero tenemos un Dios grande que todo lo puede,
solo debemos de confiar y saber esperar en él.
Dibujos para
colorear:
Uniendo los puntos para formar los personajes:
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pero falta una parte en la historia
ResponderEliminarpero falta una parte en la historia
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