Historias Biblicas Para Niños

Recordemos que Esaú le vendió la primogenitura a su hermano por un plato de comida, llegó el tiempo que Isaac tenía que bendecir a su primer hijo Génesis 27: 1-40.

Isaac ya estaba muy viejito y ya no podía mirar, entonces decidió que ya el tiempo de bendecir a su hijo mayor que era Esaú.

Lo llamó y le dijo que fuera a cazar y le prepara un rico guisado como a él le gustaba y que luego lo hiba a bendecir. Pero Rebeca su mamá está escuchando, y Rebeca amaba más a Jacob y quería que Jacob fuera bendecido, entonces llamó a Jacob y le dijo todo lo había escuchado de parte de Isaac.

Entonces Rebeca le dijo a Jacob que le buscara los dos mejores cabritos que ella hiba a preparar el guisado para que Isaac su esposo lo bendijera a él y no a Esaú. Pero Jacob le dijo: Madre Esaú tiene mucho vello (pelo) y yo no, y si mi padre me toca para comprobar sabrá que no soy Esaú.

Rebeca su madre le dijo que no se preocupara le buscó unas vestiduras de Esaú y le puso pieles en las manos y el cuello y entregó el guisado y pan en manos de Jacob.

Vino Jacob y se presentó ante su padre y le dijo que había hecho todo como él le dijo, que traía el guisado para recibir su bendición, Isaac se asombró que todo lo había hecho rápido, que se acercara a él para tocarlo y comprobar si realmente era su hijo mayor Esaú.

Isaac lo tocó y le dijo tu voz es como la de Jacob pero las manos son de Esaú, luego comió del guisado, bebió un poco de vino y lo bendijo.

Habiendo terminado de bendecirlo se fueron, cuando aparece Esaú que había regresado de cazar y preparado el guisado para recibir su bendición.

Isaac se asombró mucho y le dijo que él ya había comido y bendecido a su hijo, Esaú le dice que lo bendiga a él también si acaso solo tiene una bendición, su padre se lamenta y le dice que su hermano Jacob con engaño tomó su bendición. Entonces Esaú lloró.